Nada como tu piel,
¡…delicioso vestido…!
adornada en rubores,
matizada de olores,
dibujada con verbos
lentos y con colores
al rozar la penumbra
blanca como azucena
y con el sol radiante
dorada entre la arena
albaricoque fresco
su tersura serena
y pétalos de cielo
formando tus caderas
tu piel traje galante
emergiendo gigante
entre constelaciones
pintadas con lunares
cada arruga es del tiempo
y es testigo otro viento
de los labios que fueron
recorriendo el silencio
a las sombras se adapta
dibujando siluetas
peregrinas, fragantes,
hermosas y coquetas
nada como tu piel
para vestir la aurora
para inventar cadencias
largas y sin demora
desnudando éste verso
vistiendo el infinito
tu piel traje bendito
que resguarda mi beso
Nashbillee
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