jueves, 30 de junio de 2011

Reflexiones de verano

Palidecen mis manos de penumbras
Sumergiendo mis ojos al olvido,
- Callada forma de besar tu ausencia -
Tu infinita presencia de sabores y olores.

El ámbar diminuto de tu piel en la mía
De tus tallos erguidos,
De tus hojas dormidas,
De tu savia calante.

!Cielo que cierras tus ojos a la luz!
!Viento que callas mi agonía!
El cedazo del suelo por donde me diluyo,

- Claridad, sombra y vacío -

¿Es acaso un secreto de musas
lo que viene contigo?
¿Es un pobre susurro de gigantes
perennes lo que yo desafío?

La sangre fluye en mis entrañas
entre tus poros y tus pestañas,
sin soñar, sin besar, sin hablar,
sin tan solo circular.

Tu silueta en la tarde,
tu corazón distante
que se va, que se apaga,

que se queda conmigo.


Nashbillee.

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