sábado, 11 de junio de 2011

Resurrecto

Vengo de caminar entre la muerte
por el sendero etéreo de tus muslos,
resbalando hasta tus ojos taciturnos,
y descifrando tu pelo ensortijado.

vengo de lejos, donde tu boca
me ha tocado con su elixir
y tus rodillas se han posado
entre mis manos,
de tan pequeño y grande espacio,
que la luna y el sol son uno solo

de allá, donde tu suave voz toca la mía
y un solo aliento nos da vida

lenta muerte y tan extensa,
 -clara, sola,-
como tu cuerpo largo y bienamado
la recorro despacio y no le temo,
por eso esparzo de nuevo mis pupilas

vengo de caminar la muerte,
por el camino hermoso de tu cuerpo,
desde tu frente amplia de princesa
y tu talle de sueños convocados.

de aquella muerte diminuta
estoy llegando,
sin dejar un instante
tus manos claras 
y tu sonrisa amplia
en mis mejillas.

de aquella muerte
que recuerda tu aroma estoy volviendo,
convocando los duendes y las hadas
para llegar con calma a tu regazo,
a esa limpia mirada 

 -que yo amo-



Nashbillee

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