Yo sigo aquí, fresco y latente,
navego y vuelo entre las piedras,
entre los ríos que se han secado
bajo los rastros de una pradera.
Redoblo el paso entre los silencios,
y me detengo con las caricias,
cuando en la noche viene despacio
la sombra alegre de una sonrisa.
No pierdo instantes en la nostalgia,
descubro amantes en cada árbol,
en cada hoja que crece, en cada abrazo,
No callo ausencias, ni lunas,
no le arrebato a una estrella su brillo.
Busco las pistas en las semillas
que a diario acuden a hablar conmigo.
Sigo cantando a las margaritas,
reclamo acordes entre la brisa
- que viaja al este de mi camisa-
Al cielo eterno que resplandece
le robo nubes sin más temores.
Yo sigo intacto, danzo y me amarro
al nuevo brillo que me da el agua
cuando resbala sobre el camino.
No me detengo, no callo un río,
elevo versos en el vacío de mi eco,
- por si de pronto tus ojos nuevos -
pueden leerte lo que yo escribo.
Nashbillee
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