domingo, 21 de agosto de 2011

Una tarde en Berlín


Una lluvia incesante de sombrillas se desliza por las calles,
los rostros se diluyen en un tiempo clandestino

La memoria de otros días acecha entre los charcos
y el instante detenido de tus ojos da color a un arcoíris

Acelero mis pasos para tenerte nueva
me detengo y transito las sendas de tus manos

Inoculo mis besos en cada gota fresca
y respiro agitado al sentirte tan cerca

Me fundo entre las nubes que descargan sus penas
y sonrío extasiado respirando tu olor

Parece que ya amaina esta lluvia que deja
tus ríos circulando para siempre en mis venas

Nashbillee

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